EL CAPRICHO DE LA SOBRINA

Hola, me presento. Me llamo Fernanda tengo 26 años y soy de Bolivia. Mi relato comienza hace aproximadamente 6 meses durante un viaje familiar. Tengo una familia grande, con tíos y primos de todas las edades. Mi abuela planeo un viaje en familia a una casa de campo para que todos estemos juntos y estrechemos lazos, nos quedaríamos alrededor de 15 personas en una casa con 4 habitaciones, entonces debíamos dividirnos para poder caber todos cómodamente. Tengo 2 primas con las que me llevo genial, hermosas las dos y ellas son mis cómplices en todo y obviamente compartimos una habitación las tres junto a un tío nuestro que no debe pasar los 29 años.

Soy una mujer muy sensual y sexual, disfruto de mi vida sexual y me encanta recibir miradas sugestivas. Soy alta, casi 1.70 m, no soy delgada, mas bien soy un poco rellenita, de piel morena y cabello oscuro con reflejos mas claros. senos grandes, caderas anchas y cintura delineada, tengo un rostro y actitud de no romper un plato, ni matar a una mosca, mucho menos de tratar de seducir a mi propio tío.

Aquel día llegue muy tarde a la casa de campo casi era media noche, llegue con mis dos primas, nuestro vuelo se había retrasado 2 horas. Al llegar todos estaban muy alegres, habían comprado algunas bebidas y sncaks, yo estaba muy cansada y enojada pero me senté junto a mi tío, se Llama Picardo, como les había comentado no pasa de los 29 años, somos contemporáneos y nos llevamos muy bien. Empecé con los coqueteos sutiles, una que otra mirada traviesa y una caricia «totalmente inocente» muy cerca de su entrepierna. Me levante para irme a la cama, me despedí de todos, agradecí por todo y me retire, el me siguió y me pidió quedarme un poco mas de tiempo

Fer, quédate un rato mas, en media hora nos dormimos – me dijo el

No tío – le respondí – estoy cansada y te juro que muero de sueño. Puedes salir para que pueda desvestirme porfa? – le dije en un tono de suplica.

Que tienes tu que no haya visto antes? – me dijo descaradamente

Le di la espalda, me desabotone el pantalón y me lo baje de un tiro agachándome de manera exagerada, poniendo a su vista mi ropa interior de encaje verde menta que se metía entre mis nalgas y las hacia ver mas grandes de lo que son. Sentí su mirada sobre mi un muy largo rato, una vez me quite los pantalones solo escuche el ruido de la puerta al cerrarse.

Pasaron los días y no obtuve nada, me sentía frustrada, tenia unas ganas inmensas de comerme a mi tío, sentir su virilidad dura ante mis caricias, que me abriera las piernas y me penetrara profundamente, quería hacerlo gemir y gritar su nombre durante mi orgasmo, sentir su semen escurrirse por mis piernas, ya no era un gusto, era un CAPRICHO y tenia que ser mío. Dos días antes de que se terminara la semana decidí que yo tomaría la iniciativa, le pedí que me llevara a la ciudad a comprar algunas cosas para aseo femenino y el de todo gusto acepto durante el camino miro mis piernas y mi escote repetidas veces, entonces comencé con preguntas simples:

Tío, soy linda? – pregunte con tono de inocencia

Si Fer, esta semana te vi muy guapa, cada vez te pones mas bonita – me respondió mirándome a los ojos

Gracias tío, ya lo sabia – dije coqueta – pero aun no entiendo, porque no me tocas, ni me besas? Toda la semana no te acercaste ni un poquito – el me miro sorprendido y pude ver el enorme bulto que se había formado bajo su short – Vete por la derecha tío – le pedí, se estaciono un lugar vació y donde nadie podría vernos. Me acerque y le di un beso apasionado, el respondió a mi beso y sentí mi ropa interior mojándose. Empece a masajear su pene encima del short y el acaricio mis pechos violentamente. Me llevo a un motel que estaba cerca. Llegamos a la pieza y sin pensarlo dos veces me levanto la falda hasta la cintura y me metió dos dedos en mi vagina con mucha fuerza, di un pequeño grito de dolor mientras nos seguíamos besando. Me acostó en la cama y me penetro de una sola vez, grite muy fuerte ante su embestida.

Esto es lo que querías verdad? – me pregunto varias veces con una mirada llena de deseo

SI! – le respondí entre gemidos de placer y dolor –  cógeme tío, hazme tuya – le pedía desesperada

Toma putita, eso es lo que eres, una putita muy caliente y provocadora – me decía al oído mientras me cambiaba de posición y yo gritaba su nombre entre gemidos.

Tío soy tu puta, cógeme como una puta – le decía para aumentar el ritmo de sus embestidas. Sentí llegar mi orgasmo mientras me jalaba del pelo, me pellizcaba los pezones y me daba una que otra nalgada que me hacia gritar de dolor. Las piernas me temblaban y sentía un gran dolor en mi vagina, pero quería que me siguiera cogiendo. Me tomo del pelo y me puso de rodillas

Chúpala, métete mi verga a la boca y chupala sobrinita, Se que te encanta, chupala mi amor – me dedique a chuparsela primero despacio y después mas rápido, llene su pene de mucha saliva y lo miraba a los ojos fijamente, estaba muy excitada, quería que me penetre en ese momento.

Tío penétrame, destrózame la vagina con tu verguita deliciosa –  no me dejo decir mas, me agarro del pelo,me empujo a la pared, nos quedamos mirándonos frente a frente, me levanto un pierna y me metió su pene con mucha fuerza, grite muy fuerte, el dolor se expandía hasta mi vientre. Me penetro con fuerza, fue muy torpe y grosero. Me encanto.

Sobrinita, te voy a llenar con mi lechita y luego quiero que me la chupes como la puta que eres. MI PUTA – me repetía seguido que yo era su puta y que mi culito era suyo y de nadie mas, yo solo gemía y lo besaba. Llegamos al orgasmo juntos. Senti su semen caliente escurrir por mis piernas, me bajo despacio, me abrió las piernas y me hizo un oral delicioso, tuve un orgasmo mas. Me vistió y luego se vistió el. No dijimos nada durante el camino al super y del super a la casa.

Al dia siguiente todo transcurrió normal, se llevo la ropa interior que me había puesto el día de nuestro encuentro, me dio una nalgada y me dijo

Fernanda, ponte el short blanco sin calzones. Voy a meterte la verga detrás del auto – me quede quieta y me moje al instante. Me penetro ese día y termino en mi boca.

Mi tiito y yo no tuvimos mas encuentros, pero estoy segura que pronto estará entre mis piernas haciéndome gemir una vez mas.

Espero que les haya gustado mi historia. 

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