Mis amados demonios de petatiux, saludos desde lo más recóndito del Averno. Este día quiero compartir con ustedes algunas anécdotas sobre los clichés mas afamados de las películas y novelas rosas. Quienes de nosotros no ha soñado alguna vez compartir la suerte del galán de telenovela de Televisa, y echarse alguna curvilínea chamacona a la orilla del mar, mientras las olas los mojan suavemente y la brisa marina alebresta sus cabellos? o quienes de nosotros no ha fantaseado con la aventura de hacerlo al aire libre en el bosque mientras escuchamos los sonidos de la naturaleza y el musgo nos sirve de camastro para saciar los bajos instintos, cual vil escena de «La laguna azul»?
Verdad que suena delicioso?
PUES NO ES CIERTO!!
Y para eso está aqui su diablo de confianza, para abrirles los ojos y prevenirlos antes de que caigan presa de los clichés televisivos y cinematográficos.
Fantasía de muchos y muchas, pocas personas se resisten a entregarse a los placeres de la carne al tener disponible una playa solitaria, un atardecer de película, y una damisela de generosas curvas y calor interno. Lo que las películas no cuentan, es que al tirarse uno sobre la arena húmeda, esta tiende a actuar con un efecto de «arena movediza», así que entre mas tiempo permanezca uno en ella, mas se hunde. Este es el menor de los problemas. Las secreciones humanas, son pegajosas, así que la arena blanca se pega a la piel, incluida el área genital, y resulta que la arena fina de la playa, mas el agua salada, generan una perfecta «lija» marca Fandelli que al intentar una penetración genera una dermoabrasión de chile que te arderá por semanas. Ni se diga lo que provoca esta arena marina sobre los delicados pliegues del aparato reproductor femenino…es una perfecta lija. El agua salada irrita aun mas estas mucosas internas, haciendo la experiencia aun menos agradable. Por si fuera poco, al estar al alcance de las olas, el agua golpetea los cuerpos, haciendo que el agua salpique y si te cae en los ojos, estarás tratando de lavarte lo antes posible, porque arde de a madres, con lo cual se provocarán incidentes muy poco eróticos. Entre sostenerte mientras de hundes, cuidarte de la ola, mentarle la madre a la arena lijadora, y tallarte los ojos irritados, la líbido se te irá al fondo del mar junto con la de tu pareja. Al final del día, terminarán dándose un regaderazo larguísimo para quitarse arena de todos lados, incluidas todas las cavidades del cuerpo.
Ok, el mar valió madres, verdad? Mejor vámonos al bosque….ah, el bosque…nada como hacer el amor acompañado de la madre naturaleza. Si, claro. Luego de caminar un buen rato, para llegar al paraje donde te asegures que nadie podrá verte (a menos que a tu lista de perversiones le sumes el exhibicionismo), seleccionas una linda cama de musgo para recostar a tu princesa y dedicarle el sacrificio a alguna deidad pagana que veneres. La acuestas confiadamente (mas tarde se darán cuenta que el musgo causa urticaria sobre la piel, así que traerán una rascolina de los mil diablos!), y ambos se preparan para comenzar el ritual. Para cuando menos lo esperan, ya se les subieron las hormigas, a tu novia le rozó una hiedra venenosa, y pegó un grito monumental al toparse por primera vez en la vida con una campamocha.Se sacuden, limpian, soban, y se echan un pellizquito de azucar pa’l susto (decía mi abuela). Buscan otra camita de musgo lejos de las hormigas, y prosiguen el acto. Resulta que el suelo del bosque está llena de cadillos, palitos, ramitas, ojitas, y animalitos que se te pegan a la piel, sobre todo si la piel se llena de sudor y demás secreciones. Al final del día, estarás dándote un buen baño para sacarte ramitas del cicirisco y aplicándote alguna pomada para las picaduras. Eso en el suertudo caso que no les haya salido un oso, víbora, tejón o cualquier otro bicho suficientemente grande como para sacarles un pedo mayúsculo.
Bueno, ya que la madre naturaleza nos pintó un primoroso dedo, por que no nos quedamos en nuestra habitación a disfrutar el delicioso jacuzzi? llenamos la tinaja esa, abrimos el vino tinto, encendemos las velas, dejamos caer algunos pétalos de rosa sobre el agua, nos metemos a cachorear un rato en el agua calientita, echamos unas gotas de «burbujas para baño», encendemos el motor de la turbina del jacuzzi…y de repente, la acción se pone intensa, comienza el traca-traca, la lucha cuerpo a cuerpo, cara a cara, y ahi es donde la puerca torció el rabo. Nunca he podido tener sexo «despacito», por mas tranquilo, siempre es intenso, fuerte y duro. Hagan de cuenta que encendieron la lavadora hoover viejita de 12 kgs. Pinche espuma sube como el dolar hasta que se desborda de la tina, y con el chacualeadero se tira toda el agua haciendo un chorreadero por todo el cuarto. Con el jaboncito de las burbujas, se pone resbaloso el piso del jacuzzy, y ni se diga el del resto del baño que se inundó con el agua desbordada. Cuidado al salir que se dan un mandarriazo. Además se tendrán que bañar, porque ya se revolcaron en una tina con kool-aid de fluidos femeninos y masculinos que los dejarán chiclosos hasta rabiar.
Al final, no significa que siempre sea así. Con el tiempo aprendí a disfrutar el jacuzzy sin tanto desmadre…o disfrutar la madre naturaleza sin todos los inconvenientes aqui descritos (cabe aclarar que cada uno de ellos han sido relatos verídicos vividos en carne propia), pero mas vale que los sepan antes de meterse de calenturientos sin que nunca nadie les haya advertido.
En resumen: Pa’ que tanto brinco, estando el suelo tan parejo? Mi recomendación es que lo intenten, para que vivan la experiencia, y luego nos la compartan para reirnos juntos de ustedes. Yo en lo personal he disfrutado mas otro tipo de clichés, pero definitivamente me quedo con la experiencia vivida para que no me digan, para que no me cuenten, porque a lo mejor me mienten.
Asmodeus.

Comentarios

  1. Asmodeus: y como no te ha pasado todo eso, que no tienes ocnciencia que tu temperatura infernal hace hervir el agua, fundir la arena, irritar a los insectos, incendiar el bosque o secar una laguna?

    Lo asombroso es qu eno se haya consumido tu pareja de turno.

    La paz os dejo!

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