Incluso los demonios viejos y oxidados fuimos alguna vez jóvenes e inexpertos. Recuerdo mis días de novatez, cuando en compañía de mis primos Luzbel y Belcebú recorríamos los lupanares de moda en aquellos tiempos. Aun paleabamos carbón en el primer círculo del infierno de Dante, siendo unos simples diablos cola-corta, en el peldaño mas bajo del escalafón infernal, cuando salíamos a hacer nuestros pininos cachondiles.
Recuerdo algunas anécdotas y experiencias que me gustaría compartir con mis diablos lectores, con la esperanza de que les ayude a disfrutar de mejor manera el deporte de las sábanas empapadas, o en el peor de los casos, se diviertan leyendo los infortunios de este viejo demonio. Ustedes son libres de tomarlos, deshecharlos, o hacerlos rollito….a mi me habrían ahorrado algunos dolores de cabeza (y de bolsillo) de haberlo sabido antes.
1.-PANTALON BLANCO
Nunca olvidaré aquella noche en el Mitote (QEPD), hermano menor del Colorados actual. Iba yo echando tiros con mi pantalón de vestir blanco, me sentía todo un Dandy. Me encantaban esos tables donde en un área aparte, pero a la vista del público, hacían los privados «normales»…ahí podías deleitar tus instintos vouyeristas y de paso darte una idea de que chavas eran las mas sensuales y cachondas, para después solicitarlas a tu mesero de confianza para disfrute personal. Transcurría la noche, y yo ya había seleccionado mi víctima (a la postre, los papeles cambiarían entre víctima y victimario, ja!) y felizmente nos dirijimos a el área apartada (eran días de jodidencia en el infierno y no podía pensar en pagar un privado VIP)…comenzó el baile, y la chica comenzó a cachondearme cada vez mas…se sentó sobre mi regazo dándome la espalda, subió sus pies al sillón junto a mis caderas, se inclinó hacia el frente hasta que sus manos tocaron el suelo, y comenzó a mover su pelvis contra la mia regalándome la imágen de sus hermosas nalgas blancas bailando sobre mi demoniaco cuerpo al compás de «Stairway to heaven». En la antigüedad, los privados no eran de 4 minutos, como ahora, sino de 1 canción completa, así que yo me la pasaba cazando las canciones de mas de 8 minutos que conocía perfectamente, para pedir mi baile en ese momento (como les dije, eran días de jodidencia y había que estirar al máximo la relación costo/beneficio). Total, que yo había aprovechado para discretamente hacer a un lado la tanga de la hetaira y comenzar a meter mis deditos en su cueva del placer por unos minutos, hasta que me tuvo a punto de turrón, con los ojos en blanco (cosa harto sencilla a esa edad), y de repente se quitó, dio media vuelta para quedar frente a mi, arrodillarse, y comenzar a hacerme una «rusa» con sus pechos sobre mi verga que luchaba por romper mi pantalón y salir al encuentro de esos melones naturales. Hasta ahi todo bien, yo seguía en el infierno (ni modo de decir que seguía en el paraiso, verdad? Me excomulga mi jefecito!!!). Acto seguido, y con una sonrisa traviesa en la cara, la chica tomó con una mano mi erecto mástil a través del pantalón, localizó la cabecita, y aaaahhhhm! Comenzó a chuparla, lamerla y mordisquearla suavemente. Básicamente, me hizo un oral a través del pantalón hasta que me vine o se acabó la canción, ya ni me acuerdo.
…PERO…
Al salir del carro para llegar a mi casa, me acordé de la meretriz al voltear a verme la ropa para ver si venía bien fajado…haz de cuenta que el pinche brozo se me había embarrado en el pantalón…no, no, no….no te puedes imaginar como estaba mi pantalón blanco, totalmente manchado de labial con la boca de la morra pintarrajeada por todo el frente (además de brillitos, maquillaje, etc)….PIN»#$%%&#$ vieja!! Ahora entiendo la sonrisa traviesa!!! Y ahora como le explico a mi Diabla Madre el por que mi pantalón está con manchas indelebles de labial, semen, maquillaje y brillitos???? Para acabarla estaba la tia Chata en la casa, con su runfla de güercos peines jugando en el porche. No mams…agarré un cuaderno profesional «Scribe», y como nena pudorosa me tapé a 2 manos hasta pasar corriendo hacia el baño de atrás, al grito de «ahorita les saludo que me vengo zurrando!!!» pasé el retén de familiares que me veían con cara de «y a este pendejo ahora que mosco le picó???», me quité el pantalón, con mucho asco saqué los papeles del bote y en el fondo tiré mi amado pantalón blanco, para después taparlo con los papeles nuevamente, me lavé todo lo lavable (efectivamente, en cara, brazos, etc también traía brillitos, además del olor a pescado en mis dedos y a piruja en mi ropa), y salí a saludar. Adiós pantalón blanco de mis amores, nunca te olvidaré.
Enseñanzas de esta experiencia: Tratar de llevar pantalón oscuro a esos lugares…se le notan menos las manchas de casi cualquier cosa. Cuidar el contacto de la cara de la chica con tu ropa (y el cuerpo, en caso de que use brillitos), a menos que vivas solo y te valga madres tirar una camisa o pantalón. Trata de cargar un «kit de limpieza» en el carro. Una botella con alcohol y atomizador te ayudará a deshacerte de olores como perfume o body. Un poco de quitamanchas y franela (o un cepillo de dientes) te ayudarán también a eliminar algunas manchas superficiales de la ropa al tallarla con un poco de agua.
2.- SIENTATE ESTRATEGICAMENTE (y no es albur)
A mi en lo personal no me gusta sentarme en la pista de un lugar…generalmente estás en el centro, a la vista de todos. Supongo que me gusta tener el control (o al menos sentir que lo tengo) de la situación. Si, generalmente frente a la pista ves mejor a las chicas, quienes incluso interactuan un poco contigo. Pero hay un montón de cosas a tu alrededor que te estas perdiendo.
Yo prefiero sentarme pegado a una pared, donde nadie me pueda observar por detrás o sin que yo me de cuenta (agregar comentarios aleatorios sobre la inseguridad actual aqui). Me siento generalmente en un lugar donde tenga acceso visual al lugar por donde bajan las chicas de camerinos, y del lugar por donde suben a los privados. Esto me permite ver a las chicas cuando bajan, a que hora llegan a trabajar (para cuando vuelva buscándolas otro día), y que no me las gane algún gañan que las vio antes que yo. En los privados estoy atento a las chicas que suben constantemente. Si una chica sube poco a privados, y cuando lo hace, baja a los 5 minutos, lo mas seguro es que haga mal jale. Si por el contrario, cada vez que sube dura 20-30 mins (o mas) arriba, seguramente es muy buena en el privado, al grado que la gente le paga varias canciones con tal de seguirla disfrutando. Obviamente no desperdicio todo mi tiempo en eso, pero si estoy atento a las chicas que me gustan como para pedirlas yo.
Sentarte estratégicamente te permite también ver las «mañas» de las chicas y evitar a las mas picudas. Por ejemplo, me ha tocado ver chicas que están sentadas con un cliente, y con el pretexto de abrazarlo cariñosamente, al echarle las manos al cuello le hacen una seña al mesero para que les lleve otra copa, sin consultar al cliente. A la mayoría de los hombres les da pena quedar como «codos» y aceptan las copas una vez que el mesero llega con ellas. También aprovechan estos movimientos para tomarse la copa mucho mas aprisa sin que el cliente lo note. Es parte de su chamba, se entiende, pero con el simple hecho de estar sentado en un lugar que te permita ver el estilo de copeo o trabajo de las chicas, te permite identificar a las que probablemente se amolden mejor a lo que tu buscas.
3.- INVIERTE EN TU MESERO
La mejor relación que debes buscar en un table, no es con una chica…por extraño que parezca, sino con el mesero. Y no, no hablo de joterías. Tener un mesero de confianza te abre muchas puertas, y a la larga te ahorra dinero y esfuerzo. No seas mezquino, inviertele 50 pesos de propina al inicio de tu velada, y él se encargará de darte buenos tips sobre lo que buscas. Platica con él sin ser mamón, ya que como en todas las relaciones humanas, en el pedir está el dar. Con ellos, al igual que con las chicas, aplica la máxima que reza: Si los tratas como simples empleados, no te quejes si te tratan como simple cliente.
Una vez que hayas establecido confianza, coméntale tus gustos y lo que buscas. Muchas veces 50 pesos de inversión en el mesero y 5 minutos de plática, te ahorran copas o privados que pagarías a chicas solo para darte cuenta que no son lo que buscas. Tampoco tendrás que adivinar cual de las 30 chicas del local, hace esas cosas cochinas que a ti tanto te gustan…el mesero se encargará de reducir tus tiempos de búsqueda y te evitará muchas frustraciones.
En fin, ya me extendí demasiado y aqui en el infierno el calor está bajando, así que creo que tendré que ir a repartir algunos latigazos para que mis diablitos aprieten el paso y echen mas leña a los hornos. Ya habrá oportunidad la siguiente semana para seguir platicando de estos y otros temas, de lo sublime a lo ridículo…
Asmodeus

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